Eres la reina

Un año más y no encuentro muchas palabras para describir la utópica realidad a donde dirijo mis pasos. Tampoco encuentro pocas. No encuentro ninguna. Y es que, a pesar de haber buscado en los mas corruptos diccionarios de la Real Academia de la Lengua, no hay palabras para definir el climax de mi orgullo al ver tu sonrisa iluminando tu mirada de tierna bondad.

Quizás la lluvia en tu mejilla no me dejaba ver. Te prometo que miraba, pero esa coraza infinita no me permitía saltarme las señales de tus abrazos. Mi niña, no hay mejor lugar en el mundo que perdido en el oasis de tu pecho, observando como crían las ranas en peligro de extinción, y escuchando a dúo el palpitar drogado del amor sin medida...

Perdona querer echarte alcohol en las heridas, pero a veces, creo que mi ermitaño corazón se fustiga así mismo sin mas propósito que hacer valer su rebeldía, olvidándose de las cicatrices pasadas y de los pasados futuros.

Yo me quedo, si me permites, para siempre con tu reino, protegiendo tu bandera, a ser posible defendiéndola con besos imberbes y delicadas caricias en tu espalda.

Mañana, un año mas viejo, te quiero como siempre, como nunca.... pero nunca siempre tan desgarrado como hoy...